2052…UNA VISION DE MEXICO EN EL FUTURO.

Por: Patricio González Quintanilla.


Las potentes turbinas de los dos Mega Stallion de la Fuerza Aérea rompieron el silencio en un pequeño poblado ubicado en la Sierra Sur de Oaxaca. Tras aterrizar en un claro próximo a la plaza principal, donde eran esperados por una pequeña comitiva encabezada por el alcalde del lugar, el personal de sanidad de los helicópteros se aprestaron a tomar la información personal y subir a bordo las cinco personas afectadas por el “síndrome del Sol” y sus acompañantes, para ser trasladados al moderno Centro de Especialidades Médicas de Tapachula, en el vecino estado de Chiapas.

Desde hacía aproximadamente un año, una serie de anomalías en el campo magnético de la Tierra, provocadas por una inusitada actividad solar, estaban afectando aún más las capas superiores de la atmósfera, ya previamente dañadas por la acumulación de contaminantes. La radiación solar penetraba con más energía que nunca sobre la superficie terrestre, afectando principalmente animales y personas por igual, sobre todo en su capacidad para tolerar la luz solar directa y debilitando su sistema inmunológico.

El fenómeno comenzó a presentarse durante el verano austral de 2050, en Argentina, donde cientos de personas padecieron los primeros síntomas de mareo, náuseas, piel irritada y pústulas con secreciones anormales, que, de no ser tratadas a tiempo, presentaban un cuadro infeccioso en ocasiones mortal. Medio año después del brote argentino, el “Síndrome del Sol” se extendió a latitudes subtropicales del Hemisferio Sur, afectando también al África subsahariana y Australia. A principios del año 2052, los primeros casos del mal se reportaban en el Sur de México.

- ¿Cómo te sientes, mamita? preguntaba Isabel, tras abordar el helicóptero y acomodarse al lado de la litera de su madre, la cual tenia poco mas de una semana enferma.
- Ya sabes que no me gusta viajar, Chabela, - Y menos en un armatoste como este - ¡Nomás estoy esperando que se levante y pedirle a la Virgencita que no se vaya a caer y nos lleve la calaca a las dos!
- No te preocupes, mamita. Los pilotos son muy buenos y si te fijas, este armatoste parece hospital nuevo. Solo piensa en que vamos a curarte para que regreses cuanto antes a tu huerta y con tus perritos.
- Si ya decía yo, ¿y ora quién me los va a cuidar, Chabela?
- Porfirio viene al pueblo hoy por la noche, mamita. El se va a encargar de todo. Además le va a dar una manita de gato al frente de la casa, que buena falta le hace.

Los dos helicópteros despegaron y se enfilaron hacia la costa, con destino a Arriaga, Chiapas, para recoger cuatro enfermos más reportados en esa ciudad. Durante el vuelo, Isabel contemplaba, en la región conocida como La Ventosa, el enorme complejo eólico de la Comisión Federal de Electricidad, que con más de 2,000 generadores de viento proporcionaba energía eléctrica a esta zona del país y al nuevo puerto industrial de Salina Cruz. También podían verse los extensos cultivos acuícolas de la laguna del Mar Muerto, misma que había recuperado su productividad gracias a la elevación natural del nivel del mar, que había acumulado ya medio metro en promedio a nivel mundial desde principios del siglo XXI.

Antes de llegar a Arriaga y para aterrizar en un campo de fútbol próximo al Hospital General, los enormes aparatos sobrevolaron parte de la extensa zona de invernaderos de Arriaga, que en un modelo copiado a Almería en España, ahora exportaba y surtía de frutos y hortalizas a toda la árida región del Istmo de Tehuantepec.

Una vez recogidos los enfermos, Isabel y su madre continuaron el vuelo hacia Tapachula. Bajo ellas, podía contemplarse la belleza de la costa chiapaneca y su Soconusco, enmarcado por el bullicioso Canal Intracostero, rehabilitado en 2028 y ahora fuente de comercio y turismo para toda la región. El verdor de los extensos cañaverales salpicados de plantas procesadoras de etanol y diesel orgánico, hacían de Chiapas el primer productor nacional de biocombustibles, seguido del estado de Veracruz.

Un oficial se acercó a ambas para informarles sobre el progreso del vuelo. Estaban a diez minutos del centro hospitalario de Tapachula.
- Prepárate, mi linda, que nos falta poco para llegar. – Mira, si puedes ver por la ventana, vè los barcotes que están en el puerto, mamita.
- Ni me digas nada, que me mareo, Chabela. - Me duele mucho la espalda y lo que quiero es bajarme de esta cosa y tomarme un tecito.
- Está bien, Josefa. En cuanto lleguemos, te lo preparo en el cuarto del hospital. - Aquí traigo las hojas del que te gusta, que tampoco se me olvidaron.

Las proximidades del Centro de Especialidades Médicas eran dignas de contemplarse. Teniendo como fondo al volcán Tacanà, cuyas faldas comparten México y Guatemala, en una pintoresca combinación de bellos pueblos, cafetales y atractivos turísticos, se extienden vastos huertos de mango que rodean a Tapachula y Puerto Chiapas, destinos turísticos y polos de desarrollo agroindustrial que han tenido un gran auge desde que se implantara el Programa Nacional de Reconversión Energética, que tuvo lugar a mediados de la década de los veinte, en respuesta al agotamiento en las reservas de petróleo.

Una vez en la recepción del centro de atención de Urgencias, prácticamente abarrotada, en el ala norte del vasto complejo hospitalario regional, Isabel revisaba los documentos del Seguro General Asistencial de su madre. En el pasado, este seguro, conocido como Seguro Popular, abarcaba ahora en al cien por ciento de la población mexicana, la cual para entonces, se había estabilizado en 145 millones de habitantes para todo el país. La seguridad social se logró consolidar en un sólo Sistema General de Salud, desde que se implantaron los trascendentes cambios estructurales de la década de los veinte, tras el gran movimiento de Transición Ciudadana, que modificó de raíz a todo el sistema de gobierno y las instituciones del Estado Mexicano.

- Ni pienses que me vas a dejar sola, Isabel.- Pedía Josefa a su hija mientras era trasladada a la Unidad de Urgencias, junto con ocho pacientes más.
- No te dejaré sola, mamita, Estaré al lado de la entrada. - Solo te van a diagnosticar para curarte. - No puedo entrar contigo, no me dejan, pero en cuanto lo hagan te llevo a la habitación que nos den y te preparo tu tecito.

Mientras esperaba en la antesala, Isabel recordaba cuando era pequeña, que de la mano de su madre iban cada tercer día al mercado para comprar hojas de té, queso fresco, frijol, tlacoyas y masa para preparar tortillas. Su madre, siempre que iban, le compraba un trozo de dulce de amaranto, que tanto le gustaba, y sus chicles. Recordaba que, a pesar de su pobreza, su madre, abandonada por su marido después del nacimiento de su tercer hijo, siempre tuvo la manera de salir adelante, para que no faltase lo indispensable para ella, su hermana Julia y para su hermanito Porfirio.

Ya fuera lavando ajeno, vendiendo quesadillas con su anafre frente a la plaza del pueblo o al final trabajando como administradora de la cooperativa femenina de producción de flores y hortalizas del pueblo, gracias a la perseverancia de su madre, Isabel nunca padeció hambre, nunca tuvo que dejar la escuela para trabajar y Josefa la apoyó, como lo haría también con sus otros dos hijos en su momento, para que fuera a la Universidad y se titulara de Ingeniera en Mecatrònica.

Con 25 años cumplidos y una maestría en Procesos de Manufactura de Materiales Compuestos que obtendría en el Instituto de Técnicas Aeroespaciales en Madrid, España, Isabel trabajaba ahora para una empresa regiomontana que fabricaba fuselajes de aeronaves y de vehículos espaciales.
Se lamentaba mucho de no poder visitar a su “mamita” más seguido, ya que a pesar de su insistencia, Josefa nunca había querido abandonar su casa ni su pueblo, y la que, con sus 42 años, aunque golpeada por el arduo trabajo, se sentía mas fuerte que nunca y motivada por la actividad en los invernaderos y en los huertos de la cooperativa.

Ahora, dado el padecimiento que aquejaba a su madre, Isabel se preguntaba cómo la Humanidad había permitido que el ecosistema terrestre se degradara tanto, y a la vez se congratulara de haber generado tantos avances científicos y tecnológicos durante el largo período que tomó el proceso de degradación. Para ella y para muchos que pensaban de manera semejante, lo que ocurría en el mundo era paradójico, era sencillamente absurdo e irresponsable…


Los dos enormes helicópteros Mega Stallion, una vez que despegaron del Centro de Especialidades Médicas, se dirigieron a la vecina Base Aeronaval de la Armada de México, que se despliega a un costado del Aeropuerto Internacional de Tapachula, para realizar una escala técnica de mantenimiento y aprovisionamiento de biocombustibles.

Desde que la Fuerza Aérea se independizó del Ejército en el año 2017, aquella, muy potenciada en cuanto a equipos y recursos disponibles, suscribió varios acuerdos de colaboración con la Marina, especialmente en cuanto al uso de bases costeras, entrenamiento de Fuerzas Especiales e intercambio tecnológico. Las principales Alas y Escuadrones de Combate de la Fuerza Aérea se desplegaban todavía en el Sur del país, donde la amenaza del narcotráfico, aunque muy disminuida respecto a la que presentaba en las dos primeras décadas del siglo, aún tenía actividad a lo largo de la frontera con Guatemala, Belice y en los mares contiguos.

De esta manera, brindándose apoyo mutuo en las actividades de vigilancia, intercepción y sometimiento, la Fuerza Aérea y la Marina lograban decomisar, destruir o evitar la entrada al país de más del 80 por ciento de la droga que se intentaba introducir por vía aérea o marítima, la cual había logrado pasar previamente los filtros de las bases de operación norteamericanas en Colombia y Panamá.

Estas acciones, complementadas con el virtual cierre de la frontera terrestre por una decisión del nuevo gobierno mexicano e implementado por el Ejército, diminuyó favorablemente la actividad delictiva a lo largo del país, que asoló México en el periodo 2000-2020.....

....."YA NO HUBO TIEMPO PARA QUE TERMINARAS TU HISTORIA PATO....PERO ASI LA PIBLICAMOS"....