lunes, 30 de noviembre de 2009

EJERCITO MEXICANO


SEDENASIN CORREGIR SUS PROPIAS DEFICIENCIAS INTERNAS, PRETENDE AHORA TAMBIEN CONTROLAR A LA SECRETARIA DE MARINA 


Por:  Patricio Gonzàlez Quintanilla.  patgq52@gmail.com 


Con todo el respeto que nos merece la Secretarìa de la Defensa Nacional, que con los muy limitados recursos que le proporciona el gobierno federal, tiene la enorme responsabilidad de tratar de evitar que el nivel que actualmente ocupamos como paìs, dentro de la escala de estados fallidos, ascienda a niveles incontrolables para una sociedad funcional. Cualquier aumento en la escala de “fallidez”, demostrarìa la ineficacia en la estrategia nacional para evitarla, con el beneplàcito del Narcotràfico y del Crimen Organizado (La Bestia).


Desgraciadamente para el logro de este objetivo, la Sedena sigue manteniendo una estructura extremadamente cerrada, anacrònica,  con poca iniciativa para el cambio y la innovación tecnològica. Al interior de su estructura organizativa, tienen fama de ser “duros” respecto a la cadena de mando, con poca o ninguna tolerancia para apoyar cambios, muchas veces sugeridos por mandos medios, que le permitirìan a la Instituciòn evolucionar a favor del propio cuerpo castrense, y sobre todo, de mejorar las condiciones de vida de los elementos de tropa o soldados rasos, que a fin de cuentas son los que màs arriesgan sus vidas y soportan las penalidades en campaña, por el trato, muchas veces abusivo, que reciben de sus superiores. 


La disidencia al interior del Ejèrcito siempre ha sido duramente reprimida, pero lo que màs preocupa, es el elevadìsimo nivel de deserciones de soldados rasos, del orden de 15 mil a 20 mil elementos por año desde el año 2000, equivalente a casi el diez porciento del total de la tropa en activo.  Estos desertores estàn conformados en su mayorìa por jòvenes de entre 18 y 25 años de edad, que vieron en la milicia una ùltima oportunidad de mejorar las miserables condiciones de vida de sus comunidades de origen.  Resentidos por el trato que reciben; los bajos salarios; la mala alimentación y demàs “rancho” que les proporcionan; la falta de oportunidades para forjarse un futuro al interior de la Instituciòn; asì como la tentaciòn que representa trabajar para La Bestia, son los motivos de deserción mas frecuentes.


Esta situación, que con carácter de urgencia tiene que ser corrregida por la Sedena, apunta màs a una modificaciòn a la conducta interna de la propia Instituciòn que a la imposición de mayores sanciones a los desertores. El Alto Mando y su secretario Guillermo Galvàn, deben considerar esto como prioridad, si no pretenden seguir “escupiendo hacia arriba” y alimentando, de manera ilimitada, de elementos frescos y entrenados a La Bestia. 


Otro tremendo iiesgo que afronta la Sedena, el cual màs que culpa del Alto Mando, se debe a la torpeza de los polìticos, al considerar al Ejèrcito Mexicano como una extensión del Sistema Nacional de Seguridad Pùblica, altamente infiltrado por La Bestia, y que al darle atribuciones que deberian corresponder a las policías federales, estatales y municipales, que estàn tambièn altamente infiltradas, exponen a sus elementos de todos los niveles castrenses, a corromperse sin remedio.  Esta barbaridad ha llegado a extremos inverosímiles, como lo que sucede en Ciudad Juàrez, donde rondines de patrulleros locales son acompañados en sus vehìculos por soldados ¡Hàgame Usted el favor!!!  Varios expertos internacionales han advertido sobre el innecesario riesgo en que exponen al Ejèrcito con esas operaciones, pero aùn asì, el gobierno federal las sigue permitiendo. Este deberia recordar que el dinero lo corrompe todo, y màs en una organización piramidal que evidentemente no cuida al personal que conforma su base.


Otro problema de gran trascendencia para la Sedena, que por haberlo mantenido sin resolver, permite ahora que La Bestia tenga prácticamente abierta toda la frontera Sur del paìs a la introducción de droga sudamericana por via aèrea. 


La necedad de la Sedena a que la Fuerza Aèrea no conforme una Instituciòn independiente con presupuesto propio, que vele mas por los intereses de una organización cuyo principal objetivo, como sucede en la gran mayorìa de los paises del mundo, sea la protecciòn del espacio aèreo nacional, dotàndola de un efectivo sistema de disuasión, interceptaciòn y alerta temprana. En Mèxico, deberìa ser una prioridad que por todos los medios posibles se evite la entrada de las narconaves, y de darse el caso, las obligue a bajar a tierra antes de llegar a su destino, y que, en caso de negarse a la orden de bajar, las derribe eficazmente.


Aunque sea difícil de creer, por la imagen que la Sedena nos proporciona en sus paradas militares, la capacidad para lograr el objetivo descrito, protecciòn del espacio aèreo nacional, sencillamente no existe, situación que permite, hasta ahora y de manera impune, el tràfico de narconaves por la frontera terrestre del Sur.


El tema de la Fuerza Aèrea se le ha indigestado a la Sedena. Por una parte, sòlo cuentaa con aviones de transporte y de entrenamiento bàsico, sumados a una fuerza aeromóvil –helicòpteros- de apoyo a las fuerzas terrestres, similar a las caballerìas aereas de muchos ejèrcitos del mundo, con la salvedad que en nuestro paìs, èsta requiere de reemplazo urgente de su flota de helicópteros de transporte mediano Mil 8/17 que estàn llegando al final de su vida operativa, y que tan necesarios son para apoyar al Plan DN-III y demàs de carácter militar. La Sedena los està sustituyendo con equipo de segunda mano Super Stallion SH-53 y con nuevos Cougar Eurocopter franceses, que por el elevado costo de los mismos no le deja a la Fuerza Aèrea recursos adicionales para comprar nuevos cazas polivalentes y las estaciones de radar y alerta temprana que tanto necesita para resguardar la frontera Sur.


Sin un plan definido de que es lo que verdaderamente necesitan, repesentantes de la Sedena le proponen a la Comision de Defensa de la Càmara de Diputados en 2008 recursos para comprar un escuadròn de cazas norteamericanos F-16. Para empezar, un escuadròn (12-15 aviones) no les servirìa de nada, ya que sòlo proteger el Sur requiere de al menos tres escuadrones de caza distribuidos desde la Penìnsula de Yucatàn hasta Chiapas y Oaxaca.  


El caza F-16, supersònico, es muy costoso, 40 millones de dòlares usados y de +60 millones nuevos, ademàs de tener restricciones del Congreso de Estados Unidos para la adquisición de repuestos y sistemas de armas. Este problema ya lo ha resentido la Sedena anteriormente, con la compra de 6 helicòpteros Black Hawk H-60 en los noventas, programa que tuvo muchos problemas para conseguir refacciones. ¿Para que gastar tanto en aviones supersònicos y enfrentar el mismo problema?  ¿O existen jugosas comisiones por su compra de pormedio? En el mercado internacional existen multiples opciones para la adquisición de cazas nuevos a reaccion subsònicos polivalentes mucho màs baratos, sin restricciones de compra de repuestos o armas ¿Usted cree que la Sedena no lo sabe?


El otro aspecto, gavìsimo tambièn, es la deserción y renuncia voluntaria de pilotos y mecànicos especializados en la Fuerza Aèrea. Van mas de 500 en los ùltimos años y ya padece un dèficit importante de los mismos. La Sedena no trata de conservar su activo màs valioso para el Arma Aèrea, su personal mejor cualificado, conseguido a un alto costo econòmico para su preparación. 


Dejemos otros aspectos en que la Sedena deja mucho que desear, como el relativo a su deficiente sistema de comunicaciones internas o la falta de un programa de innovación tecnològica como el que desarrolla la Secretarìa de Marina, pero… ¿Es asì como la Sedena pretende convertirse en la ùnica Fuerza Armada del paìs, al estilo del Ejèrcito Popular de Liberaciòn de China? ¿Què oscuro plan esconde el secretario Galvàn tras la propuesta avalada por trasnochados diputados y senatoretes, pero acertadamente rechazada por el presidente Calderòn? ¿Acaso el secretario Galvàn no conoce el funcionamiento de los Estados Mayores Conjuntos, que operan los principales gobiernos del mundo para coordinar los esfuerzos y recursos de sus Fuerzas Armadas?



Algo en todo esto hace pensar que existe un gato negro encerrado.



“Dedicado a los soldados y oficiales de Ejèrcito Mexicano y su Fuerza Aèrea, que sacrificaron sus vidas por Mèxico… y por los que estàn por hacerlo”  


Investigaciòn propia PGQ-XI-2009.


 


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