viernes, 4 de diciembre de 2009

ADMINISTRACIONES PORTUARIAS

ADMINISTRACIONES PORTUARIAS FEDERALES…AFRONTANDO LAS PEORES AMENAZAS DESDE SU CREACION EN 1994.


 


Por:  Patricio Gonzàlez Quintanilla.   patgq52@gmail.com


A partir de 1994, cuando se crearon las 16 Administraciones Portuarias Integrales (APIS) como empresas mercantiles de propiedad federal, para administrar los principales puertos comerciales mexicanos, se ha constatado un admirable avance que abarca desde una mejor relaciòn con sus clientes y usuarios; un eficiente manejo en sus operaciones; adquisiciones y mejoras en su equipamiento, instalaciones e infraestructuras y un muy mejorado sistema de seguridad portuaria.


Estas innovaciones colocaron a los puertos de Mèxico dentro de los exigentes estandàres del comercio maritìmo internacional, y se ha logrado gracias a un eficiente cuerpo de administradores y mètodos de organización, acertadamente dirigidos, hasta principios de 2009, por la Direcciòn General de Fomento y Administraciòn Portuaria, adscrita a la Coordinaciòn General de Puertos y Marina Mercante (DGPMM).


A diferencia de los problemas internos y sindicales que entorpecen el cumplimiento de sus responsabilidades en las otras dos direcciones generales de la DGPMM, llàmense la de Puertos y la de Marina Mercante, la Direcciòn General de Fomento y Administraciòn Portuaria habia conservado una polìtica de respaldo y de continuo apoyo a nuevas ideas y fomento a la innovaciòn de sus 16 filiales, haciendo de las APIS ejemplo de la administración pùblica federal, y siendo reconocidas como un grupo de empresas mercantiles propiedad del gobierno con resultados positivos y generaciòn de utilidades, mismas que hasta finales del 2008, eran reinvertidas en los propios puertos para mejorarlos y expandirlos, asi como para realizar obras de beneficio comunitario en sus localidades, bajo los programas denominados Puerto-Ciudad.


Cabe recalcar la acertada gestiòn que la dirección mencionada realizaba tanto con la Secretarìa de Hacienda como con la Secretaria de la Funciòn Publica (SFP), para hacer cumplir los compromisos de inversiòn autorizados, retrasar lo mas posible la imposición de nuevos gravàmenes a las APIS y de alguna manera tratar de controlar la cada vez mayor ingerencia- frustrante y coercitiva en muchos casos- de la SFP en los asuntos internos y en la administración de estas empresas.


Las dos mayores amenazas que presentan actualmente las APIS federales no tienen nada que ver con la crisis econòmica mundial, a pesar de una caìda del 15 porciento en el movimiento portuario en lo que va del año 2009. Sus principales enemigos son: (1) el propio Gobierno Federal y (2) el Narcotràfico Internacional y la Delincuencia Organizada.


Gobierno Federal


 


a)   Gracias a una burocracia  asfixiante activa que infecta a todo el sistema de administración pùblica, los empleados de niveles medios y superiores en las APIS dedican mas del 60 porciento de su tiempo a atender requerimientos internos de procedimientos engorrosos inter-dependencias y de una “normatividad” cada vez mas estùpida, que acota de manera creciente las capacidades de gestiòn y creatividad de los funcionarios publicos. Por otro lado, la imposiciòn de sistemas de certificaciòn como el ISO Europeo, funcional para muchos tipos de empresas, pero que al cabo de varios años de aplicarlo en las APIS ha demostrado su ineficacia y costado hasta la fecha decenas de millones de pesos del contribuyente y miles de horas-hombre desperdiciadas para mantener unas certificaciones que a nadie le interesan.


b)   Los constantes cambios de funcionarios de niveles medios y superiores, muchos de ellos de carrera, que son los verdaderos operadores del sistema por su experiencia, y que por el dedazo en turno son reemplazados con novatos sin tablas en las àreas de su competencia.


c)    La voracidad de una Secretaria de Hacienda cada vez màs necesitada de recursos, que ademàs de recibir los pagos normales de impuestos que las APIS realizan como empresas mercantiles, ahora estan obligadas a transferir a la SHCP un porcentaje que va del 2 al 8 porciento de sus ingresos brutos. Estas acciones suprimen cada vez màs la capacidad de las APIS para operar financieramente con autonomia, y las obliga a incrementar el costo de los servicios que ofrece y reduce las oportunidades de mantener y atraer negocios a los puertos, hacièndolos menos competitivos. No se hable ya de los programas comunitarios Puerto Ciudad o del nivel de mantenimiento de instalaciones y dragados a proporcionarse en el futuro, actividades que dependeràn ya no tanto del administrador del puerto, sino de la autorización minimizada que èste reciba de un buròcrata hacendario de la ciudad de Mèxico.


d)   La ingerencia de la Secretaria de la Funciòn Pùblica, que realiza en base a la susodicha “normatividad”, se inicia desde los propios puertos con la presencia de “Organos Internos de Control”, cuya responsabilidad teòrica es la de garantizar que no se realicen actos de corrupción al interior de las empresas.   Asì como se tiene que reconocer la loable actitud y espìritu de servicio de algunos de estos oficiales durante su gestiòn en un puerto determinado, de igual manera se tiene que reprobar la actitud de muchos de ellos, que de manera arrogante y con el propòsito de interferir directamente en las actividades de las APIS, incluyen amenazas directas a sus administradores de levantarles responsabilidades, según su particular criterio de interpretación de la normatividad o de las legislaciónes vigentes, y obstaculizan o frustran de plano cualquier intento de llevar a cabo iniciativas  o acciones de riesgo que tiendan a mejorar a las propias empresas, que, de hecho, son de carácter mercantil, no oficinas de gobierno.      Tanto empleados como mandos superiores de las APIS no tienen los derechos de funcionarios pùblicos pero si las obligaciones de èstos. Pagan ISR, IMSS e Infonavit, reciben un salario y punto.     La actitud de la SFP, que ahoga al propio gobierno en todos sus niveles (pregùntenle a Calderon y sus programas de licitacionesblicas), recuerda una mezcla tragicòmica de los procesos de La Santa Inquisiciòn y del terror que sembraban los Comisarios del Partido Comunista en la època de Stalin.


Narcotràfico Internacional y Delincuencia Organizada (La Bestia). 


Para explicar esta situación tiene que aclararse primero lo siguiente:


Las APIS no son autoridad sino administradoras de puertos. La autoridad en los puertos la ejercen varias dependencias: las Capitanìas de Puerto-SCT, en lo concerniente al tràfico de embarcaciones y de operatividad portuaria, que a su vez puede solicitar el apoyo de la Secretaria de Marina en caso de faltas graves o actos de violencia al interior del recinto portuario; la Aduana Marìtima a traès de la tenebrosa Policia Fiscal,  en el caso de violaciones en materia aduanera y de contrabando comercial (¿), y la PGR en el caso de perpetrarse delitos en materia federal, como los relacionados al narcotràfico o al contrabando de materiales peligrosos, armas y explosivos.


Por otra parte, las operaciones de carga y descarga y la custodia de mercancìas, en la mayorìa de los casos son responsabilidad de las terminales especializadas que operan al interior de los recintos portuarios, la aduana marìtima y sus recintos fiscales. Cuando las mercancìas se liberan del procedimiento aduanero, pueden hacer uso o no de los servicios de almacenamiento que proporcionan las APIS antes de su embarque o salida del recinto portuario.


Por ultimo, las APIS, por reglamentación internacional, disponen de un Còdigo de Protecciòn para Buques e Instalaciones Portuarias, que incluyen el monitoreo 24/7, mediante patrullaje por agua y tierra y un sistema digital de observación al interior del recinto portuario. La operación de este Còdigo corre a cargo de un oficial responsable (OPIP) y del personal de servicio de seguridad interna que tenga a su resguardo, que en la mayoria de los casos, lo proporcionan  empresas privadas especializadas contratadas por las propias APIS.


Una vez explicado lo anterior, se aprecian las mùltiples opciones con que cuenta La Bestia para introducir armas y drogas utilizando las diversas modalidades de carga general, contenedores y graneles sòlidos o lìquidos; las propias embarcaciones al cubierto de la noche; un sinfìn de lugares donde esconderlas y las presiones y amenazas que pueda ejercer La Bestia sobre alguna ò algunas de las mùltiples autoridades, sobre los empleados de las terminales y sobre los elementos que proporcionan la seguridad interna en los recintos portuarios, para establecer su modus operandi.


Los puertos s grandes son los màs vulnerables a estas actividades, dado que tienen acceso directo con rutas regulares a Sudamèrica y a Estados Unidos. Actualmente los puertos mas afectados son Làzaro Cardenas, Veracruz, Altamira y Manzanillo, aunque de ninguna manera se descartan los demàs en el futuro. Lo mas terrible del caso es la infiltración que pueda tener La Bestia en los cuadros del personal de APIS, tan bien escogidos, tan bien capacitados, tan bien dedicados a su actividad y que tantos recursos destinò el gobierno para conformar. Si esto decae, La Bestia no se detendrà ahì; seguirà con la afectación directa sobre clientes, terminales, usuarios y prestadores de servicios en general, afectando a la larga a toda la comunidad de los puertos-ciudad.


“Dedicado al personal de las APIS y a las vìctimas inocentes del Puerto de Veracruz y de Làzaro Càrdenas, Michoacàn”.


INVESTIGACION PROPIA.  PGQ-XI-2009


 


 


 


 


 


 


 


 


 


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